Tanto en la comunicación oral como la escrita, existen distintos registros de habla para cada situación o contexto comunicacional. Son varios los factores que intervienen en lo que decimos, como el nivel de familiaridad o jerarquía que tenemos con nuestro interlocutor, el grado de formalidad, el nivel educativo de los hablantes, etc.
No es que hablar en registro culto esté mejor. Sería más exacto decir que comunicarse bien implica adecuar el registro a la situación pertinente. Un hablante competente debería manejar varios registros y acomodarlos a cada contexto de manera efectiva.
Los registros de habla estándares son el culto, el coloquial y el marginal. Sin embargo, cada uno de estos posee muchos matices. Por ejemplo, la sala de clase es una situación exclusivamente culta formal, sin embargo posee cierto grado de coloquialismo, por ejemplo cuando un alumno le dice "profe" al docente. La clase sigue siendo una instancia para comunicarse con el registro culto, sin embargo, existen situaciones comunicativas que no admiten ninguna licencia léxica, por ejemplo, un discurso formal.
No hay manera de aprenderse todas las situaciones comunicativas, ya que cada hablante debe ser capaz de entender qué registro es el adecuado para cada situación. En el ámbito académico, cuando el alumno debe redactar ensayos, papers o informes, el registro a ser utilizado es el culto. El registro coloquial puede usarse en conversaciones informales, textos literarios, e incluso mensajes publicitarios y propagandísticos:
El lenguaje ante todo
Blog sobre lenguaje y comunicación
viernes, 18 de julio de 2014
La importancia de la ortografía puntual.
Los errores de ortografía literal (Letras) o acentual (Tildes) solo repercuten negativamente en la palabra mal escrita. Sin embargo, un error de ortografía puntual puede afectar al sentido gramatical de toda la oración. Por ortografía puntual se entiende el uso correcto de todos los signos de puntuación: puntos, comas, signos de exclamación e interrogación, comillas, guiones, etc. Es preciso dominar bien esta ortografía para poder hacernos entender, pues una mala ortografía puntual puede cambiar el significado de lo que decimos:
jueves, 17 de julio de 2014
Los actos de habla
¿Por qué el protagonista no entendió lo que el cliente del bar le respondió cuando le preguntó la hora? La respuesta es simple: Cuando hablamos no solo estamos emitiendo sonidos, pues el lenguaje es acción. Cuando hablamos, estamos prometiendo, asegurando, cuestionando, declarando, etc. Asimismo, los actos de habla pueden ser directos e indirectos, dependiendo de si lo que decimos corresponde verdaderamente con nuestra intención. Para comunicarnos hace falta de algo más que conocer las letras y palabras. Hacen falta una serie de competencias sociales de las que el protagonista de este corto carece. Cuando alguien pregunta a otra persona si tiene hora, la respuesta no puede ser sí o no, sino que debe darse la hora. De esta forma, evitamos ser demasiado bruscos con actos de habla directos que pueden no ser los más adecuados, como "Dime la hora".
http://el-lenguaje-ante-todo.blogspot.com/p/presentacion.html
Cuidado con las ambigüedades
Los dos ejemplos anteriores constituyen un vicio del lenguaje bastante recurrente en el habla cotidiana. A este error se le conoce como Ambigüedad o anfibología, ya que es un enunciado que puede ser interpretado de más de una forma. Para evitar caer en este error, es preciso colocar el complemento del sustantivo en un orden gramatical que elimine las dobles interpretaciones. Para los dos casos anteriores, la manera correcta de escribirlos es, respectivamente: "Jabón con forma de hipopótamo para niños" y "No se aceptan monedas viejas" o "No se aceptan de las monedas viejas"
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